viernes, 25 de mayo de 2012

POR QUÉ ENTRENAMIENTO EN UN GIMNASIO

En realidad, de acuerdo al plan inicial, ahora debería escribir un artículo destinado a dar las mejores recomendaciones para obtener un buen relajamiento y respiración. Pero creo que es necesario hacer un paréntesis y explicar por qué considero (junto a millones de otras personas) que entrenar en un gimnasio es mejor que otro tipo de  entrenamiento. Más específicamente, por qué entrenar con máquinas de musculación y/o con pesas. A este deporte (si lo podemos llamar así) también se lo conoce como culturismo o físicoculturismo.

Con el permiso de mis lectores me atreveré a poner como ejemplo mi propio historial de educación física.

Cuando niño nunca practiqué deportes. Los únicos entrenamientos que recuerdo eran "pichangas" con niños de barrio, con una pelota de trapo que fabricábamos nosotros mismos con papeles o trapos que introducíamos en una media usada. Esto ocurría en mi ciudad natal, Mulchén, en el sur de Chile.
Ilustración de una "pichanga" moderna, con pelota de verdad. fuente.
Tuve que dejar esas prácticas porque debía cuidar mi ropa; tenía una o dos mudas y mi madre se ponía furiosa si rompía los pantalones o los zapatos. Además, casi nunca le pegaba a la pelota cuando intentaba darle. Casi siempre le daba a las canillas o tobillos de mis compañeros de juego. La pelota estaba allí... pero de pronto ya no estaba y zas! golpe en una pierna, sin querer. 

Cuando llegué a la adolescencia pude practicar en poco tiempo varios deportes, especialmente natación, en la Asociación Cristiana de Jóvenes de Santiago. En ese sitio también practiqué judo, pero lo tuve que dejar después de haberle roto una pierna a un compañero de entrenamiento y la clavícula a un querido amigo. En ambas ocasiones fueron desgraciados accidentes y decidí, en ese momento,  que ese deporte no era para mí.

Más tarde, mi gran amigo Alvaro insistía en que empezara a practicar boxeo. Pero nunca me pudo convencer. No quería terminar con un rostro deformado o cometer el error de noquear para siempre a algún adversario.

Muchos años más tarde practiqué karate (Goju Ryu), pero no pude continuar por falta de tiempo. Ese deporte me gustaba mucho más porque se lograba aumentar la capacidad de reacción y agilidad en los movimientos. Lo más difícil era controlar los golpes justo antes de alcanzar el objetivo.

En forma paralela practiqué mucha natación en distintos períodos, llegando a nadar tres mil metros diarios en Mörbybadet, en el año 1983. Luego nadé en casi todas las piscinas que hay en Estocolmo y Södertälje, incluido Erikdalsbadet, donde entrenan los mejores competidores de la selección sueca de natación.

Antes y después de mi entrenamiento en natación (nunca competí ni me inscribí en un equipo de competición) salía a correr por los bosques del gran Estocolmo. Corrí en Södertälje, en Tumba y Salem, además de muchos otros lugares. Eso lo hice más que nada en mis primeros años de residencia en Suecia, desde 1977.

Muchas veces tuve intenciones de participar en la Maratón de Estocolmo. Antes era un solo día. Este año serán tres días y comenzará en Madrid.  Pero para ello debía dedicar muchas horas de entrenamiento, imposible por mi ritmo de trabajo y/o estudios, que siempre fue intenso. 

En mi adolescencia y juventud salía a correr por muchos sitios distintos en Santiago de Chile. En Bucarest también salí a correr algunas veces a las orillas del lago Hărestrău

A veces me acompañaron algunas personas en Rumania. En Chile salí a correr con un grupo de muchachos en una época y con otros grupos en otras épocas. En Suecia salía siempre solo.

Describo lo anterior para que mis lectores sepan que casi toda mi vida he entrenado físicamente, de alguna u otra forma. Por lo tanto, estoy acostumbrado a entrenar y a lo largo de los años he adquirido mucha experiencia, además de conocimientos teóricos sobre anatomía y nutrición. El resultado es una excelente salud.

Actualmente sólo entreno en el gimnasio. En primer lugar porque es más cómodo y más saludable. No se necesitan zapatillas especiales puesto que el suelo de las salas de ejercicio y la superficie de las bandas de trote y carrera están especialmente adaptadas para no ocasionar daños en los pies o piernas. Salir a correr implica hacerlo en distintos tipos de superficie, como piedras y asfalto. En Suecia hay muchas pistas especiales para ir en bicicleta y correr, pero a veces llueve, nieva o hay viento fuerte. Además hay que compartir el espacio con gente paseando su perros y otra serie de incomodidades. En otros países es mucho peor.

En un gimnasio hay temperatura adecuada y varios aparatos con los que poder llevar a cabo las distintas etapas de un buen entrenamiento. Además hay duchas con agua caliente, vestuarios limpios y muchas comodidades. En algunos gimnasios también hay baños de sauna. En esa forma hay una buena higiene asegurada. Además, es mucho mejor ir por la calle o por otros sitios sin incomodar a otras personas con el olor a transpiración. La limpieza al salir de un gimnasio, unido al relajamiento de los músculos, da una sensación de bienestar incomparable.


Por supuesto que hay muchas otras formas de hacer ejercicios físicos, pero lo mejor es el entrenamiento completo de los músculos, en forma planificada. Lo importante es seguir todos los pasos, desde el precalentamiento hasta el relajamiento muscular.


ENLACES IMPORTANTES:


EL GIMNASIO TAMBIÉN PARA LA  MUJER
Interesante artículo sobre el temor de muchas mujeres de hacer ejercicios de musculación.



Muy buena página. No estoy de acuerdo con las series de repetición a las que se refiere el primer artículo. Pero sí concuerdo con la mayor parte de lo escrito aquí.


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